El famoso ladrón que asoló las tierras Bardeneras allá por el siglo allá por el siglo XV se llamaba Sanchicorrota. La Bardena era tierra despoblada y fronteriza entre los reinos de Navarra y Aragón, lo que favoreció la existencia continuada de salteadores de caminos y ladrones de ganados. El más famoso de todos fue Sanchicorrota, un hombre cruel capaz de matar a quienes construyeron su cueva para que no delataran su posición, pero bondadoso porque repartía el botín entre los más necesitados. Cuenta la leyenda que para despistar a sus perseguidores cambió la disposición de las herraduras de su caballo, para que cuando pensaban que iba en realidad estaba de vuelta. Las autoridades lo persiguieron con obstinación, y cuando lo tuvieron rodeado, para evitar su captura, Sanchicorrota se quitó la vida.